un año más vieja pero 3 meses de vida en África más sabia

Estuve tratando de atrasar lo más posible el momento de ponerme a escribir este post. La ensalada de sensaciones encontradas que tengo es peor que mi cerebro tratando expresarse en francés, traducir al inglés y nunca dejar de escribir y leer en español.

 

En el comienzo, cuando todo venía cuesta abajo con el robo, el shock cultural (para refrescar la memoria mirar acá: http://www.youtube.com/watch?v=1HhFMI4b4Ac&list=UUTh70wIhj8huji2NuA7YEdg&index=6&feature=plcp) , los murciélagos, el calor que en serio, lo voy a repetir en todos los posts, no es normal, hasta quería que este momento llegara rápido, pero ahora no puedo creer que se esta terminando y que ya me estoy mudando de nuevo.

 

Como dije la última vez, estas dos últimas semanas fueron de disfrutar a pleno, disfrutar de pequeñas cosas que por ahí nunca conté, como la familia con la que vivo, Grace con sus 7 años que no dejaba ni un solo día de agarrar mi mano, compararla con la suya, reírse y darme un beso, o Meme que gracias a sus insistentes correcciones mi francés está más optimo que nunca, o porque no la satisfacción de estar trabajando para que algo sea distinto y mejor todos los días.

 

En unas horas voy a cumplir mi cuarto de siglo, festejándolo mitad en el aeropuerto de Abidjan (Costa de Marfil) y la otra en el de Casablanca (Marruecos), procesando toda esta gran experiencia y embarcándome en una nueva. Abro un paréntesis, y les cuento que claramente todavía no vuelvo a Argentina; empiezo un gran viaje que comienza en Marruecos, y después les contaré con que sigue. Me estoy yendo a una conferencia internacional sobre liderazgo y sustentabilidad (si, África no hizo que dejara de ser nerd y creo que nunca lo voy a dejar de ser); no si saben pero una de las grandes razones es por las que decidí emprender este viaje es porque creo en algo que son los Negocios Sociales (mezclando dos mundos muy distintos de los que vengo, pero estoy 100% convencida que pueden convivir y coexistir muy bien juntos), y este tipo de trabajo y porque no, todo el aprendizaje personal, son una de las puntas de este camino – si no entendes muy bien lo que cuento, y obvio si queres mira esto, creo que lo explica bastante claro, y es a lo que voy: http://www.youtube.com/watch?v=_zx2KiAxEUA – bueno y cierro el paréntesis.

 

Cuestión, como les contaba, si bien ahora empiezo un mega viaje, y estoy feliz por eso, me siento un poco rara dejando mi vida acá; muero de ganas de conocer mucho más pero al mismo tiempo una parte de mi no se quiere ir.

 

Si bien a partir de mañana probablemente (porque no se lo que me espera en mis próximos destinos) voy a dejar de pensar que voy a morir cada vez que me subo a un auto o un “vacca” –no hay definición oficial, pero imagínense una minivan muy vieja, con puertas abiertas, mucha gente y conductores que si hay mucho embotellamiento se mandan contramano muy normalmente-   dejar de sentir esa sensación de fuego ardiendo en tu boca (pero fea!) cada vez que comía algo en la calle y pedía encarecidamente que me lo dieran sin ningún tipo de salsa, dejar de ser víctima de la corrupción o dejar de ver MUCHA gente hacer pipi en la calle, ente algunas cosas, hay muchísimo que voy a extrañar y que me cuesta dejar.

Es verdad, tampoco era fan de lavar mi ropa a mano, de sentirme Natalia Oreiro y que la gente sacara fotos sin importar, o de escuchar a la gente hablar normalmente en tonos muy elevados de voz (soy argentina, de por sí ya solemos hablar alto, yo particularmente soy del grupo de personas que gritan sin darse cuenta frecuentemente en el teléfono – si sos de ese grupo sabes reconocer el característico tono de voz con el que te dicen “hablá más bajo”- pero esto de verdad acá es extremadamente alto y en todo momento), pero como decía hay cosas que no me gustaría que se convertirán en recuerdos solamente y pudieran seguir infinitamente.

 

Pensar que mañana no voy a poder ir a la playa con agua clara y arena blanca por 600 F CFA (1 dólar y monedas) y 30 minutos de la experiencia religiosa del “vacca” (http://www.youtube.com/watch?v=lv40E4lS2T4), o no voy a poder tener geniales revelaciones como saber porque a las conocidas flexiones de brazos le dicen en español neutro “lagartillas” (nunca en mi vida vi tantas y tuve tanto tiempo para apreciar que hacen ese movimiento de flexión cuando están quietas al sol), o  pensar que tampoco voy a poder comer platano frito cada vez que quiera, en todo momento y lugar (me encanta, de verdad me salvó!), o pensar que cada paisaje, cada persona, cada situación o lugar esta “para la foto”, me da cosa.

No poder vivir momentos tan divertidos como fuertes como estos: http://www.youtube.com/watch?v=fs9czeWiuhw&list=UUTh70wIhj8huji2NuA7YEdg&index=3&feature=plcp, aprender del Islam, Allah y Muhammad, o hasta bailar como si nada frente a un espejo sin sentirme completamente vanidosa (nose si alguna vez lo conté, pero los boliches acá tienen muchos espejos en la pista de baile, y la gente baila mirándose a si misma, no buscando a un compañero u cómplice, simplemente apreciándose y creyéndose el mejor bailarín del mundo), son todas cosas que en un principio jamás hubiera jurado que pasarían y ahora me parece “anormal” que no estén.

 

No puedo creer que probablemente mañana al caminar por la calle no tenga la mirada de niños con ojos tan abiertos, bien blancos y brillosos, y con una sonrisa difícil de transmitir por escrito por el simple hecho de estar ahí en ese preciso momento con ellos, o no tenga la posibilidad de tener un festejo de cumpleaños como este: http://www.youtube.com/watch?v=rLsTCq6dct8&list=UUTh70wIhj8huji2NuA7YEdg&index=1&feature=plcp, me deja triste.

 

Este país, como dije, se puede haber llevado desde mi Mac hasta 3kg, puede haber alterado la definición de la palabra normal en mi cabeza o mi sentido de la puntualidad (soy una persona extremadamente puntual), pero también me deja muchísimas cosas, aprendizajes, cambios, control mental (muuuucho control mental), disfrute, sonrisas, un tercer idioma, satisfacciones, tropezones (que no son caída), fortalezas, canciones, amigos, ideas, motivaciones, recursos, desarrollo, autoconocimiento y FELICIDAD!

 

Los dejo con las fotos más lindas, fotos de los que no contaba pero formaban cada uno de mis días.

 

Será hasta Marruecos, un año más vieja pero 3 meses de vida en África más sabia 🙂

4 comentarios en “un año más vieja pero 3 meses de vida en África más sabia

  1. Luli … sin palabras. Gracias a Dios hemos hablado bastante y te seguimos dìa por dìa.
    Te extrañamos pero estamos felices por tu felicidad.
    Leer lo que todos te ponen en FB es todo un orgullo.
    Un abrazo especial para mi chiquita de 25 años y màs sabia despuès de esta experiencia.
    Y las fotos?? dònde las veo??

  2. Lucía: soy Cristina, una compañera de armonía de tu mamá.
    Estuve mirando todo lo que has subido a Youtube y escuchando los comentarios de tus experiencias.
    Quisiera mandarte mis «FELICITACIONES» con mayúscula por todo lo que estás haciendo y viviendo.
    No tengo palabras para expresarte las distintas emociones que se fueron despertando en mi persona a medida que leía y miraba lo que subiste a la página, con tus hermosos 25 flamantes años.
    Espero que hayas pasado y muy feliz cumpleaños.
    Que Dios te Bendiga.
    Un gran abrazo.
    Cristina González Chaves

  3. hola madeintaiwan ¡¡¡
    Ante todo,perdona el atrevimiento por escribir en tu blog….pero he leído que has estado en Abidjan,no sé si por trabajo o quizás en vacaciones.
    Verás,yo voy a ir a visitar a un amigo en julio,y me gustaría saber si el viaje merece la pena,no me malinterpretes,para mi todos los viajes merecen la pena,pero con este en especial,tengo un poco de miedo con lo que cuenta alguna gente.
    Me gustaría preguntarte si la ciudad es peligrosa,o si has tenído problemas en el aeropuerto,o por la calle.
    Gracias de antemano.(por cierto yo soy de España)

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